viernes, 26 de octubre de 2012

Los perros también ladran



Los perros también ladran...

Caso: debido a la insistente demanda de los residentes y turistas de Valparaíso que pasean sus mascotas caninas, la Sociedad Protectora de Animales nos ha solicitado que realicemos la planificación de un menú para perros (se pueden incluir los amos) para un restaurante que consideran implementar este verano en el Cerro Concepción.

Antes de decidir sobre cual sería el menú ideal, primeramente debemos revisar y estudiar los videos seleccionados; luego realizar la declaración de concepto del establecimiento. Por esta razón hemos considerado analizar algunos restaurantes de este tipo recurriendo a videos sobre el tema. A continuación, debemos responder las siguientes preguntas y realizar el análisis correspondiente.







Análisis:
1.      Elija un restaurante de los videos e indique cuál es el concepto del establecimiento.
2.      Los ítems ofrecidos en los menús de las tres operaciones, ¿cumplen con un atractivo visual? ¿cumplen con atractivo gastronómico: gusto y aroma? Analice la oferta de cada una de las tres operaciones de los videos.
3.      Como asesor de restaurantes, elija un establecimiento y realice algunas sugerencias y modificaciones que puedan aplicarse a Valparaíso. Si no necesita cambios, analice qué elementos están bien conceptualizados o de acuerdo al concepto del establecimiento y fundamente razones.
4.      Envíe su análisis al Blackboard por Mensaje Interno con plazo hasta el día sábado 3 de noviembre. Trabajo puede ser realizado en pareja o en forma individual.


martes, 28 de agosto de 2012


BANQUETES Y MENÚS EN EL CHILE DE LA ‘BELLE ÉPOQUE’:
El arte servido en la mesa
Resumen artículo de Ricardo Couyoumdjian, María Angélica Manríquez | UNIVERSIDAD CATOLICA, REVISTA UNIVERSITARIA, SEPTIEMBRE7NOVIEMBRE 2005, N°88.
La comida ha sido desde siempre una instancia de convivencia, más aún cuando se disfruta con tranquilidad y en buena compañía, y cuando su calidad y la de las bebidas que la acompañan están a la altura de las circunstancias. La tradición de banquetes en Chile se remonta a la llegada de los españoles o aun antes, si consideramos los festines indígenas. Sin embargo, es a partir de la década de 1870 cuando empiezan a aparecer noticias de estas reuniones en los periódicos, en las que, junto con señalar el motivo del banquete y entregar la esencia de los discursos, se incluye un detalle de lo servido a los comensales en esa oportunidad. Las ocasiones para los banquetes eran diversas: acontecimientos sociales o familiares, celebraciones oficiales y manifestaciones políticas, que son las más destacadas en la prensa.
Como en muchos otros aspectos de nuestra cultura, el modelo para estas comidas era la cocina francesa, la más reputada del viejo continente y la que impuso sus cánones entre la sociedad chilena. Los maestros de cocina franceses que establecieron sus restaurantes en Santiago, como Alejandro D’Huique o François Gage, ayudaron a que la cocina chilena se afrancesara.
No había regla fija respecto del número de platos que se debían servir en una comida, por cuanto dependía de la elegancia del banquete, la calidad de los manjares, la extensión de la concurrencia y, sobre todo, de la moda y el gusto particular de las personas que dirigían la mesa.
Siendo el francés la lengua oficial de la gastronomía, los menús se escribían en ese idioma. En el caso de los platos nacionales, que solían aparecer en las comidas formales y que no tenían un equivalente en francés, se intentaron traducciones, aunque fueran parciales: así aparece la «cazuela de volaille» y las «empanadas a la chilienne». También los pescados tuvieron su afrancesamiento: la corvina pasó a ser courbine y el congrio, congre.
No obstante la variedad de combinaciones y las diferencias en los números de platos, la lectura de los menús permite deducir una pauta general. Se comenzaba por los hors d’oeuvres o entremeses salados y el potage o sopa, en orden variable, o podía ser sólo uno de los dos. Luego venía el poisson o pescado. Seguían las mal llamadas entrées (en realidad, platos de fondo) o entradas, por lo general calientes, y las entradas frías, que aparecían también como pieces froides si su presentación era elegante; también aquí hay variaciones en cuanto al número y orden de las mismas. Aparte se servían las légumes o verduras identificadas expresamente. Se podía ofrecer una copa de ponche para cortar los sabores antes de llegar al rôti o asado que se servía por lo general con la salade o ensalada. Lo que llamamos postres incluían los entremets o entremeses dulces, y las pièces montés, postres de elegante presentación, por lo general fríos, además de frutas, seguidos por el café y los licores. Si la sobremesa se extendía, venían los petit fours y la champaña, indispensable para los brindis.
El potage podía ser una crema, como la sopa de cangrejos, o un consomé, por ejemplo, «à la Royale» o «à la Reine» o la sopa de tortuga. Si la concurrencia era numerosa, se podía ofrecer alternativas de sopa. Los hors d’oeuvres se conformaban principalmente de canapés, aceitunas, anchoas, jamón y salchichón o quizás ostras. El poisson, por lo general, era uno solo. Entre los pescados más consumidos se encuentran la corvina y el congrio, preparados de diferentes maneras.
Los platos principales exigían mayor preparación y permitían una oferta más variada para el comensal. Una carne de filete o de cordero, animales o aves de caza, supremas de pollo, jamón o alguna galantine de carne, con trufas y foie-gras, son algunas de las ofertas que aparecen en las descripciones de la época. Las verduras más habituales para estas ocasiones eran los espárragos, los fondos de alcachofas y los petit pois o arvejas tiernas. El rôti o asado es habitualmente un pavo o pava, considerada como carne fina hasta no muchos años atrás, aunque también podía ser un asado de vacuno o cordero. El asado era acompañado de ensaladas como la rusa, de apio o alguna otra con nombre de fantasía.
En los postres, el primer lugar lo ocupaban los entremets que constaban de jaleas, algún bavarois, la mousse de chocolate o de café, y una Carlota Rusa. Luego venían las pièces montés, postres y tortas en elegante presentación, las bombas napolitanas, los bizcochuelos y la fruta en conserva o natural con algún tipo de elaboración, fuera confitada, acaramelada o en macedonia.
Cada plato debía acompañarse del vino más apropiado. Un consomé solía ir con jerez; los hors d’oeuvres y el pescado se servían con algún sauterne o vino del Rin; para los principales se ofrecía un burdeos, mientras que para el asado podía ser también un borgoña o aun champaña. Los menús de los banquetes más elegantes mencionaban expresamente vinos como los Château Lafi te, Margaux, Haut Brion y Mouton Rothschild entre los tintos, o Château Yquem entre los blancos, todos ellos en lo más alto del parnaso de los grands crus franceses, si bien existen serias dudas respecto de si se trataba del producto legítimo. Ya en la última década del siglo XIX aparecen con frecuencia los vinos chilenos más reputados como los de Urmeneta, Subercaseaux, Cousiño y Tocornal. En el caso de la champaña, hay menús que especifican algunas de las marcas más acreditadas, mientras otros hacen una referencia genérica que bien podría corresponder a un vino espumante cualquiera.
Arte efímero
El menú, impreso sobre fina cartulina o raso, o incluso grabado en una placa de metal, fue uno de los elementos infaltables y más representativos de los banquetes de esa época. Ubicado frente a cada puesto de la mesa, el menú permitía al asistente conocer de antemano la comida que se iba a ofrecer, como también los vinos que la acompañarían y en algunos casos, el programa musical que se interpretaría durante la cena. Por ejemplo, muchos menús llevaban ilustraciones, viñetas alusivas o fotografía del homenajeado y desplegaban un delicado trabajo de diseño con sus variadas tipografías y finos dibujos que enmarcaban las preparaciones a consumir en esa ocasión.
Tarea (plazo hasta el 9 de septiembre) Puede ser individual o en pareja.
Caso: La Universidad Católica de Valparaíso nos ha encomendado reproducir un menú antiguo, durante la semana de Rescate Patrimonial Porteño, el que será servido en el Restaurante Didáctico del Edificio Cousiño. Recuperamos estos menús antiguos y debemos actualizar y recrear los platos ofrecidos de sólo uno de ellos para que las recetas de dicho menú sean ejecutadas en nuestras cocinas.
De los tres menús antiguos adjuntos:
1. Elegir un menú.
2. Interpretar y traducir las preparaciones que ahí figuran para volver a recrear la antigua propuesta pero esta vez actualizada.
3. Conservando el espíritu de la celebración, acortar el menú elegido en 4 tiempos (entrada, sopa, principal y postre), seleccionando platos ahí ofrecidos, pero traducidos al español. No se puede cambiar la preparación, sino modernizarla, pues se deben respetar los gustos de la época.


 
 
La propuesta del nuevo menú para servirse en el Edificio Cousiño debe ser presentada en Blackboard, en mensajes de corrreo y el plazo de entrega será hasta la fecha indicada. Todo trabajo fuera de fecha tendrá nota 1; igual nota recibirán los que no presenten el trabajo.

viernes, 17 de agosto de 2012

Menús inesperados

CARTAS MENU INUSUALES

Estimados, de acuerdo a lo sugerido, aquí van los videos de los menús elegidos para el trabajo en clase. Les recuerdo el trabajo:


De los videos exhibidos
üInesperado: restaurante Moto
üVirtual: e-menu
üInsólito: restaurante chino
üVanguardista: restaurante robótico
üCercano: restaurant Noma

1.Del video elegido, señale tres elementos que le llamaron la atención y porqué.
2.Conclusiones finales.
§¿Cuál sería a su juicio el mensaje del video elegido o porqué se eligió ese video específico para este curso de Diseño Carta Menú?

Restaurant Moto en Chicago: menú comestible.
E-menú El futuro: el menú virtual
Menu vivo restaurant chino
Menú robótico restaurant en Alemania
Menu conversado Noma, mejor restaurant del mundo

sábado, 11 de agosto de 2012

Carta para ciegos


Debido al abismante y acelerado desarrollo de la tecnología, es el deber de los restaurantes estar informados respecto a los últimos adelantos en la industria del servicio de alimentos, sobretodo en restaurantes y su equipamiento tanto en las cocinas como en el comedor y actualizarse pues ya los clientes llevan la delantera y exigen igual preocupación. A su vez, también es el deber de nosotros los docentes que impartimos asignaturas relacionadas con la restauración y su funcionamiento y administración, estar vigentes y atentos a los nuevos cambios o adaptaciones que esas nuevas tecnologías conllevan para así poder transmitir a los futuros alumnos cocineros.
No es mi intención realizar una clase sobre el posible formato de la carta menú de un restaurante, pero es el tema que me preocupa en esta ocasión por estar íntimamente relacionado con una asignatura que se imparte en la carrera de gastronomía.
Una carta menú es el escaparate del restaurante, es su carta o tarjeta de presentación, es la oferta o lo que vende el local. Pero el problema radica en que el producto a la venta no está a la vista, sino que la oferta figura sólo por escrito; esta describe en forma corta y alabanciosa el resultado del plato, cuan apetitoso es, que contiene y cuanto va a costar y a veces como se va a presentar.
Pero ¿qué razón existe para que este ofrecimiento deba realizarse en forma visual, como se enseña habitualmente? ¿no podría relatarse o decirlo verbalmente en vez de escrito? ¿el resultado es igual si el menú es hablado por un garzón o cantante o bien escrito en una pizarra, papel, tablet o pantalla? ¿importa la forma de una carta menú o es el fondo lo que importa?¿puede existir publicidad engañosa si lo escrito no coincide con lo real o lo que llega a la mesa?¿se puede describir en forma escrita los sabores y sensaciones que puede despertar en un comensal una preparación gastronómica?¿se trata solo de una herramienta de marketing sin valor sensorial?
Quizás podríamos pensar que un restaurante con una propuesta insólita o diferente, debiera también exhibir una carta menú con un formato insólito o diferente. Esto muy bien se podría apoyar en la tecnología avanzada en el diseño de menús electrónicos, como también en la creatividad de un artista o un estratega de marketing.
Nace esta duda al informarme de un restaurante para ciegos ubicado en Suiza, donde sus clientes y sus trabajadores son en su mayoría no videntes. Entonces, ¿como se entera el cliente del menú cuando no existe una carta escrita? Existen en el mundo varios  restaurantes que ofrecen la experiencia de comer en la oscuridad, pero éstos no consideran sólo a los no videntes, sino que tranforman esa curiosa experiencia en un divertimento gustativo, donde los clientes van a disfrutar de una nueva experiencia en el comer.¿Como se diseña en ese caso un menú o una oferta gastronómica?¿qué platos deben ofrecerse?
En el siguiente video opina el chef del restaurante Blinde kuh en Zurich, un restaurante para ciegos, atendido por ciegos. (el video está en alemán, traducido al inglés). En la siguiente entrada del blog se pueden analizar otros videos respecto al tema de menús inesperados.




Estimados alumnos, esta será la primera evaluación del curso Diseño Carta y Menú.
Leer este blog con detención y responder por los menos una de las preguntas planteadas.
  1. La respuesta se hará en forma de comentario publicado en este blog y se revisará contra la lista del curso los alumnos que han participado.
  2. El comentario no puede tener más de 10 líneas.
  3. La fecha de término de la presentación del comentario es el domingo 26 de agosto. Los comentarios fuera de fecha recibiran una nota 1.